A finales de los 80, unos inquietos gallegos crearon el grupo Os Verjalhudos. Lo mismo tocaban un potente concierto punk-folk que un animado pasacalles con gaita y percusión. Su espíritu viajero pronto les hizo conocidos fuera de Coruña. El contacto con nuevos públicos fue puliendo sus temas y también sus textos. 'Cuando empezamos éramos un poco garrulos, es cierto, y ahí se vio para lo que sirve viajar. Te abre las fronteras. Empezamos a movernos, a ir a Valencia, que si Palma 5, les Dones Esmussades y toda la peña, superguay, Minuesa, la Liga Dura, Zaragoza… Y las tías nos iban diciendo, cuidado, al loro. Para mí ha sido muy importante el contacto con los grupos de tías. Gente que te da el toque cuando te lo tiene que dar'.Luego vendrían sus conciertos por Europa y, al final, casi todos los verjalhudos se quedaron a vivir por allí, repartidos entre Alemania y Holanda.Tras un paréntesis en el que el grupo se toma un descanso, y durante el que desgraciadamente el Cuca fallece de leucemia, se produce el salto de Os Verjalhudos a Jarbanzo Negro. Se les unirán l@s amig@s de Frankfurt, Robert (bajo), Tanja (saxo y bombo) y Uli (acordeón y guitarra). 'El jarbanzo negro sempre vai alghún na pota'. El garbanzo negro es ese que es duro y no se puede masticar, no se puede tragar.
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